Deia. Beñat Rezusta soltó su prodigiosa zurda y la final del Torneo de San Mateo quedó sentenciada. No hubo historia. El pelotari de Bergara gozó prácticamente en todas las pelotas que golpeó y creo una sensación de impotencia en Jokin Altuna y Ander Imaz, que en ningún momento fueron capaces de poner en aprietos a sus rivales. Los zurdazos crearon amargura en los azules e hicieron sonreír a Aimar Olaizola.
Título a base de zurdazos
