Rechazado en sus inicios, el torneo se asentó en la década de los noventa para ser un fijo en el calendario
Dentro de nueve días conocerá al campeón de su 40 edición en el frontón Bizkaia. Altuna III o Peio Etxeberria lucirán la chapela de un torneo que fue rechazado en sus inicios y que logró asentarse en la década de los noventa para ser un fijo en el calendario por su espectacularidad. El Cuatro y medio tiene tirón, aunque le costó lo suyo ganárselo. De hecho, en su primera etapa tan solo se disputaron cinco ediciones. Desapareció porque no terminaba de convencer a los empresarios. Hubo que esperar hasta 1989 para volverlo a ver otra vez en los frontones, aunque las primeras campañas fueron rápidas y con pocos participantes.